Querido extraño que quiere tocar a mi bebé..
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Pensé que solo me sucedía a mi (como pensamos todas las madres sobre todos los temas cuando somos primerizas), pero resulta que no, descubrí que somos cientos de mamás las que entramos en pánico cuando un extraño toca sin permiso a nuestro bebé.
Imagínate la escena: estás en la tienda, tu bebé de 3 meses en la carreola, se acerca un señor que no conoces y te dice: ¡ay que bello! Tu contestas ¡gracias! Acto seguido el señor le agarra la carita a tu bebé o sus manos, y tu, petrificada.
Yo tengo que confesar que peco de amable y me da mucha pena decirle al extraño: “mire señor, por favor no le toque las manos al bebé porque pues todos traemos gérmenes, y no es que usted sea un mugroso, pero quizá agarró un puente peatonal, un barandal en un autobús, la puerta de un baño público u otras 700 cosas que hicieron que sus manos estén sucias y yo me muero de la preocupación con mi bebé”.
No, la verdad es que me quedo horrorizada y espero a que se de la vuelta para bañar al bebé en gel desinfectante o corro al baño a lavarlo.
Muchas mamás no tienen tantos reparos en decirle a la gente que no pueden tocar a sus bebés, y no solo a los extraños, también a la familia y conocidos, al menos estos últimos sí pueden tocar al bebé si (por favor) se lavan las manos antes.
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Sí, tener a los hijos en una burbuja sería lindo, nunca se enfermaría, pero nunca va a suceder. Los niños vienen al mundo a experimentarlo y a vivirlo pero aún así, creo que la gente debería ser más prudente y preguntar antes si pueden tocar al bebé, o si van a hacerlo que sea en los piecitos (por encima de la ropa) en la cabeza (por encima del gorrito).
Las mamás nos preocupamos por creer si sería exagerado o grosero detener a un extraño que quiere tocar al bebé, pero no tiene nada de malo y más vale prevenir que lamentar.
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