Vistas a la página totales

jueves, 16 de marzo de 2017

Por que los niños japoneses no hacen rabietas

¿Porque los niños japoneses obedece y no hacen rabietas? 





El carácter de los japoneses es admirable en obedientes en diferentes lugares del mundo.  Los hemos visto afrontar tragedias enormes con un gran estoicismo.  No pierde el control y conservan el sentido colectivo ante cualquier circunstancia. También se destacan por su enorme respeto hacia los demás y su gran capacidad de trabajo.

No sólo los adultos japoneses son así.  También los niños son muy diferentes a los que acostumbramos a ver en el Occidente.  Desde muy pequeño resultan notorios sus modales suaves y su afabilidad.  Los niños japoneses no son de los que hacen rabietas y pierden el control por todo.


"tratar de controlar nuestras propias reacciones sin conseguirlo es un guión y conduce a la esclavitud del miedo  "
Giorgio Nardone- 


¿ Cómo han logrado los japoneses tener en una sociedad en la que los valores del auto control, el respeto y la templanza son las que predomina? ¿Son las severos son tan severos que han logrado tener una sociedad disciplinada? o quizás, ¿sus estrategias de crianza involucran patrones eficaces?  Veamos el tema con mayor detalle.

 Los japoneses otorgan gran valor a la familia.

 Algo que hace muy especiales a los japoneses en la relación entre las distintas generaciones.  Más que otras partes del mundo, el vínculo entre los mayores y los más jóvenes es más empático y afectuoso. Para ellos un anciano es un ser lleno de sabiduría, que merece la mejor consideración.  A su vez, los ancianos ven en los niños y en los jóvenes a personas en formación. Por eso son tolerables y cariñosos con ellos. Adoptan un papel orientativo,  no de jueces, ni de inquisidores en sus vidas.
Por eso los vínculos entre jóvenes y viejos sale suelen ser muy armónicos.




 Y es que los japoneses mantienen una gran valoración por la familia extensa.  Pero al mismo tiempo, tienen bien filiados los límites. Por ejemplo para ellos es inconcebible que los abuelos se hagan cargo de un niño, porque los padres no tienen tiempo.  Los vínculos no se basan en un intercambio de valores sino en una cosmovisión en la que cada uno tiene su propio lugar.

Es inusual que una madre lleve a su hijo a la escuela antes de los tres años,  lo común es ver a una madre con su hijo cargandolo para todas partes. Ese contacto físico, que también se ve mucho en las comunidades ancestrales genera también vínculos más profundos.  Esta proximidad de piel, tambiénién lo es del alma.
 Para la madre japonesa es muy importante hablarle a sus pequeños.

Lo mismo ocurre con los padres y los abuelos.  Es usual que los familiares se reúnan a conversar. Comer en familia y contarse las historias en una de las actividades más frecuentes. Las historias de familia se cuentan una y otra vez. Con ella se genera un sentido de identidad y de pertenencia en los pequeños.
 También en una profunda valoración por la palabra y la compañía.

 Por eso difícilmente los niños japoneses hacen rabietas. Están rodeados por un entorno que no les genera grandes sobresaltos. No se sienten abandonados efectivamente. Perciben que el mundo tiene un orden y q cada quien tiene un lugar. Eso les da. Serenidad, los sensibiliza y les ayuda a entender que las explicaciones de ánimos son innecesarios.