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miércoles, 15 de marzo de 2017

Como controlar las siestas y cuando detenerlas.

¿Como controlar las siestas y cuando detenerlas? 

 



¿Crees que tu Hijo duerme poco?  Así es como tu bebé debe dormir dependiendo su edad.

Las siestas son fundamentales para el desarrollo físico y mental de los niños ayudan a reponer energías e impiden un que caigan en estados de agotamiento, mejorar su concentración Además que lo hace más flexibles comen los episodios de berrinches.

Cuando un niño ha dormido un par de horas en el día o en la tarde, lo hará mejor y más tranquilo en la noche. De no hacerlo, si termina el día cansado, es muy probable que es el agotamiento se traduzca en estrés, hiperactividad o irritabilidad, incluso tendrá dificultad para conciliar el sueño y podría presentarse durante toda la noche.





¿ Cuál es el horario ideal para las siestas?

El mejor momento para que tome una siesta es a media mañana y los momentos que duerma es recomendable pasadas las tres o cuatro de la tarde.

Debes dejar pasar al menos cuatro horas entre el fin de la siesta de la tarde y la hora de acostarse por la noche 



Si tu hijo toma solo una siesta, lo más conveniente es que lo hagan entre el medio día hasta las 14:30hrs., Justo después de la comida. Si siente que requiere cambiar  o modificar sus tiempos de sueño, observalo un par de días para ver el momento justo en el que esta somnoliento, y ajusta los horarios como mejor le convenga a el y a ti. 

Cabe señalar que algunos toddlers se resisten y presentan más problemas al igual que los niños están en transición de dos siestas a una, quienes prefieren estar activos que relajarse pues piensan que perderán tiempo valioso si eligen dormir. Si sufres este problema con tu hijo, no insistas, ya que no puedes obligarlo a que duerma. Mejor habla con él e invitalo a su habitación para que juegue tranquilo. 


¿Como saber si necesita una siesta?


  • Pierde el interés en los juegos o en las actividades escolares. 
  • Talla constantemente sus hijos e incluso las orejas. 
  • Tiene la mirada brillosa. 
  • Está irritable o demasiado exigente. 
  • Es impaciente. 
  • Hace berrinches sin motivo alguno 
  • Se queda dormido durante trayectos o mientras ve la televisión 
  • Despierta contento pero al pasar las horas se pone malhumorado 
  • Esta adormecido todo el día. 

¿Cuando debe tener las siestas? 

Saber como y cuando fomentar el reposo extra es igual de importante que advertir el momento en que debemos parar estas horas de sueño. Cuando los niños están listos para dejar de dormir, disminuyen gradualmente cada siesta o empiezan a soltar se las poco a poco. 
Otras señales que indican que ya no las necesitan son:


  • Esta inquieto y agitado cuando intentas que descanse.
  • Si pierde un periodo de sueño no muestra señales de agotamiento. 
  • Cuando duerme durante el día se le dificulta conciliar el sueño en la noche.




Horganizar sus siestas para que tenga la recarga de energía y el descanso necesario no tiene que ser una tarea agobiante para ninguno de los dos.
Recuerda que una rutina simple ayudará a que se sienta más dispuesto a tener sus actividades e ir a la cama. 


Un padre no da pecho pero también nutre



Un padre no da pecho pero también nutre






El padre también entiende de la crianza con el apego y disfruta de la cercanía cotidiana donde conferir afectos, mimos y canciones de cuna. También nutre aunque no de pecho, también él pasa sus noches en vela, ríe, sufre y se preocupa por ese niño que forma parte de su ser, aunque no aya nacido en su interior.
Los cambios asociados a los férreos roles de género están cambiando y eso es algo que sin duda se agradece. Al día de hoy la paternidad ya no es una etiqueta donde otorgar al hombre la responsabilidad exclusiva de llevar el sustento al hogar. Los padres "no ayudan" en la crianza no son agentes auxiliares sino figuras cercanas, presentes y siempre partícipes en la vida de esos pequeños en lo que dejar huella, a los que nutrir, amar y guiar.


"No es la carne ni la sangre, la que nos convierte en padre e hijo, sino el corazón "
FRIEDRICH VON SCHILLER-

Algo que suelen comentar muchos pedagogos y especialistas es que un niño en parte de una tribu.
Siempre hablamos de la maternidad y ese apego íntimo establecido entre una mujer y su hijo. Sin embargo a nadie se le escapa que los niños ahora crecen en un microcosmos habitado por sus padres, abuelos, tíos, amigos de los padres, los maestros...
Toda interacción, todo hábito, cada gesto y cada palabra deja huella en el cerebro infantil y los padres tienen la capacidad de dejar un impacto enorme y positivo en sus hijos.



Algo que todos sabemos es que al igual que hay buenas y malas madres también los padres son falibles, cometen errores o incluso los hay que eligen el papel de padres presentes, pero ausentes. Por ello, antes de figuras de referencias en la educación y crianza de un niño, los padres y las madres son personas y dependiendo de su madurez y de su equilibrio psicológico y emocional serán capaces de garantizar un mejor ó peor desarrollo en ese pequeño.
Tal como nos revela un trabajo llevado a cabo en la universidad de Michigan(Estados Unidos ), una responsabilidad que tiene todo padre es de cuidar de su propio bienestar psicológico con el fin de promover un adecuado equilibrio emocional en sus hijos. Algo que se a podido constatar es que los efectos del desempleo, el estrés ó el simple hecho de mostrar conducta erráticas, marcadas por un carácter desigual, impacta de forma negativa en el desarrollo cognitivo del niño e incluso en sus afinidades sociales.
Por otro lado, el impacto de la figura paterna en el desarrollo del habla y el lenguaje de los bebés es a su vez es innegable. Supone para que los pequeños reciban  muchos estímulos una voz diferente a la de la madre con otro tono,  con otro tipo de gestualidad y beneficiarse de una gama más amplia de esfuerzos a lo largo de los tres primeros años de la vida de esa presencia cercana, afectuosa y accesible del padre consolidará también esos procesos con lenguaje.

Los nutrientes que confiere a la figura paterna

El número de familias monoparentales sigue atendiendo.  cada vez son más los padres y las madres que afrontan la crianza de sus hijos en la sociedad, bien porque así lo ha elegido ó bien porque el destino lo ha querido. Sea como sea, la atención, cuidado y la educación de un niño requiere todo de esa cercanía física y emocional con la que conferir a esa Nueva Vida una seguridad y un amor auténtico. Algo para lo qué tanto hombres como mujeres deben estar capacitados.

"Un buen padre vale por cien maestros"
Jean Jacques Rousseau



Por otro lado,  algo que todos sabemos es que los niños no han llegado a este mundo con un manual de instrucciones y si esto es así se debe a una razón muy simple: No son máquinas.


 Los niños están hechos de carne, de necesidades, de un corazón que late con fuerza, un cerebro que anhela todo lo que ansía poder conectarse con su entorno.

Necesitan nutrientes y un tipo de alimento que va mucho más allá de la leche materna, es que un buen padre también sabe y puede conferir.




 Los nutrientes más valiosos que debe aportar un padre.

Nuestra familia y el tipo de vínculo establecido con ella determina gran parte de lo que somos.  Más allá de los genes y de la sangre está la arquitectura más íntima y Privada donde se alza el reino de nuestras emociones, de nuestros miedos, limitaciones y también de nuestros valores.  D
imensiones todas aquellas que un buen padre debe nutrir de forma correcta.

Veamos algunos ejemplos:

 La disponibilidad emocional la capacidad de responder ante todas las necesidades y la calidad de la misma, garantiza un desarrollo óptimo y una mejor madurez en ese pequeño a lo largo de su vida.  El reconocimiento.  Todo niño necesita sentirse reconocido y valorado por parte de sus progenitores.  Contar con esa mirada paterna siempre atenta,  cercana, valiosa y llena de afecto incluye un buen desarrollo de la autoestima en el niño.

 La participación.  el buen padre no se elimina sólo a "estar" si no hacer sentir, a favorecer el descubrimiento, a despertar las nuevas emociones y aprendizajes hacer un "escuchador" y un comunicador infatigable.

 La inspiración.  Algo que sin duda hacen la mayoría de los papás, es abrir a sus niños nuevos mundos donde sentirse competentes y a la vez autodescubrirse.  Muchos de nuestros padres nos transmitieron sus pasiones,  música, libros, la naturaleza...  Valores todos ellos que ahora definen nuestra vida de adulto.


 Para concluir, algo que conviene recordar es que el buen padre no es un niño grande que disfruta jugando y haciendo reír a su hijo.  El padre. "real" es un adulto con grandes potencias emocionales valiente como cualquier madre y preocupado preocupandose siempre por dar seguridad,  alimento y afecto a ese niño para que el día de mañana habrá las alas convertido en un adulto libre, maduro y capaz de dar y recibir felicidad.