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martes, 11 de abril de 2017

Púrpuras en niños



Púrpuras en niños





¿Porqué algunos niños empiezan a tener morados de repente sin haberse golpeado? Tiene varias causas posibles y hace falta una analítica para distinguirlas.
Llamamos púrpuras a la aparición de hematomas o morados cuando no nos hemos dado ningún golpe.

Lo primero a dejar claro aquí. No penséis en esto porque veáis un morado en vuestro hijo del que no recordéis qué golpe lo causó. Los niños se golpean continuamente. Y a veces no damos importancia a uno de esos golpes y horas o un par de días después vemos el hematoma y no podemos decir cuando ni cómo se lo hizo exactamente.

Las púrpuras no son como un morado, diferéncialos:
En el morado o hematoma, primero hay un golpe que lo causa, se inflama y después vemos que la piel que hay inflamada empieza a oscurecerse. Y se limita a la zona afectada por el golpe.

En las púrpuras, no ha habido golpe y lo que vemos es que en pocas horas empiezan a aparecer zonas amoratadas en la piel que se van extendiendo y apareciendo en otras zonas del cuerpo.

¿Qué hacer si aparece una púrpura a mi hijo?
Las púrpuras pueden tener varias causas. Las más frecuentes en niños no necesitan tratamiento y acaban desapareciendo solas, pero hay algunos casos menos frecuentes en los que es necesario poner tratamiento. Por lo que lo aconsejable siempre que vemos una púrpura en un niño es que sea valorado en el servicio de urgencias más cercano.

Allí le harán una analítica de urgencias que en pocas horas nos permite saber la causa de la púrpura y con ello saber si es más o menos importante y si necesita tratamiento.

Tipos de púrpura según el resultado de la analítica.

Cuando hacemos una analítica de urgencias a un niño con púrpura solemos solicitar tres cosas:

Hemograma. Nos dice cómo están las células que forman la sangre. De ellas nos interesan sobre todo los leucocitos (glóbulos blancos o defensas) y las plaquetas (las que se encargan de detener el sangrado cuando algún vaso se. rompe).

PCR: Es una sustancia que sube rápidamente cuando hay una infección, y que según su nivel. nos puede orientar sobre la intensidad de una infección.

Pruebas de coagulación: Lo que valoran es si algunas sustancias que ayudan a las plaquetas a cortar el sangrado cuando un vaso se rompe están o no funcionando bien.

Los resultados más frecuentes que podemos encontrar son:

Púrpura con todo normal en la analítica. Es lo más frecuente en niños. Es lo que llamamos una vasculitis. Lo que ocurre es que ante una infección (habitualmente un virus) el cuerpo se defiende y a veces los anticuerpos además del virus dañan a los vasos sanguíneos más pequeños (los capilares). Afecta casi exclusivamente al extremo de las articulaciones (donde la circulación es más lenta y es más fácil que los anticuerpos se depositen dando la reacción. Es una reacción que en la mayoría de los casos dura menos de 3 días y después tarda en eliminar los morados lo que cualquier otro hematoma (1-2 semanas). A veces se acompaña de un dolor muy. llamativo de tobillos, rodillas o muñecas. No suele precisar tratamiento y habitualmente el niño se va a su casa, recomendándose sólo reposo para evitar que cualquier pequeño golpe genere más hematomas. En algún caso muy intenso puede ponerse tratamiento. Es los que llamamos Síndrome de Schönlein-Henoch. Mucho nombre, pero la mejor opción en una púrpura, y por suerte, la más frecuente con diferencia.

Púrpura con plaquetas bajas. En esta todo está normal menos las plaquetas. Que han bajado claramente.




Es lo que llaman Púrpura Trombopénica Idiopática (PTI). Su causa suele ser una reacción del cuerpo. Ante una agresión (lo más frecuente es una infección causada por un virus), cuando nuestro cuerpo se defiende produce anticuerpos que buscan al virus para destruirlo. En personas predispuestas esos anticuerpos a veces confunden a las plaquetas con el virus. Cuando esto ocurre, el sistema defensivo empieza a destruir las plaquetas del propio cuerpo. El resultado es que pequeños sangrados que en condiciones normales se taponan sobre la marcha y no llegan a ser visibles, se van extendiendo. Lo más frecuente es que aparezcan en las extremidades. Pero pueden hacerlo en cualquier parte del cuerpo. Puede empezar a sangrar la nariz y vemos que el sangrado dura mucho (más de 30 minutos).

A veces vemos sangre en la orina (orina oscura como Coca-cola) o en la caca. Este caso precisa tratamiento para reducir la reacción defensiva del cuerpo que está destruyendo, por error, las plaquetas.

Quedan las dos opciones más graves, y por suerte las menos frecuentes. Ni las nombro en este momento (sé que hay gente muy alarmista y no quiero contribuir a eso en esta web).

Si estás leyendo esto antes de ir a urgencias, simplemente te recomiendo que vayas a que le hagan la analítica. Y que no lo dejes para mañana.

La Roche-Posay Anthelios

Si te gusta y lo compartes ¡GENIAL!

Fuente: Pediatra Jesús Garrido

Sus primeras vacaciones



Sus primeras vacaciones




Bosque, playa o cuidad… Sin importar a donde vayan, toma estas precauciones para cuidarlo.

¡Disfrutarán más su viaje!


sus_primeras_vacaciones

Llegó el momento de su primer viaje a la playa, las montañas o el extranjero.

Tu bebé está listo y con los sentidos al máximo para descubrir todo a su alrededor: la sensación de la arena, el aire fresco en su cara o los nuevos sonidos del ambiente.

 Aunque te emocione, estar lejos de casa también puede preocuparte.

Mantén la calma y toma las medidas necesarias para disfrutar esta experiencia sin contratiempos.

Destino ideal. Considera el clima, la época del año, las condiciones sanitarias y la disponibilidad de servicios como hospitales y supermercados.
Si van a otro país, investiga si requiere alguna vacuna específica y consulta al médico antes de aplicarla

Complemento. Lleva suficiente ropa de preferencia de algodón.
No olvides sus artículos de higiene personal y alimentación. Sus juguetes favoritos y objetos que le sean familiares pues le ayudarán a adaptarse más fácilmente.

Más vale prevenir. Alista un botiquín que incluya termómetro, pomada contra rozaduras y picaduras de insectos, protector solar, algodón, alcohol, suero fisiológico y un analgésico.
Lleva su cartilla de vacunación y el teléfono del pediatra.

Camino seguro. Si se transportan en auto, háganlo en las horas menos calurosas y realicen algunas paradas para descansar. Si viajan en avión, amamántalo o dale su biberón para contrarrestar el cambio de presión en sus oídos.




Cuidado con el sol. Limita las actividades al aire libre a medio día, siempre aplícale un protector con un Factor de Protección Solar (FPS) mayor a 50 y retócalo cada dos horas.
Hidrátalo constantemente, mantenlo bajo sombra y cubre su cabeza con un gorro.

Los dermatólogos recomiendan esperar hasta los seis meses para llevarlo a la playa ya que su piel es muy sensible.

Aunque tendrán muchas oportunidades para ir de vacaciones, este momento será irrepetible. ¡Consérvalo! Ten a la mano tu cámara pero sobre todo, disfruta y guarda este recuerdo inolvidable.



Fuente: PAMELA JUÁREZ