Uno de los principios de la crianza con apego es “tener contacto amoroso”. Según este artículo de BabyCenter, tener contacto piel con piel con tu bebé satisface sus necesidades emocionales, de seguridad y de movimiento. Precisamente, uno de los ejemplos que ofrecen para tener ese contacto y apego es cargar al bebé en brazos o en una mochila portabebés. Ese apego del que tanto se habla se fomenta desde el nacimiento.
Yo amé cargar a mi niño para todos lados. A veces sobre el pecho, otras en la falda, a veces recostado sobre mis muslos pero siempre conmigo. Cuando me sentía agotada o se me entumecían los brazos, mi esposo se encargaba de acogerlo en su pecho. Durante sus primeros meses nos aseguramos que se sintiera seguro y cerca de nosotros. Decirle con nuestro calor que ahí estaríamos para él y que responderíamos a sus necesidades sin pensarlo dos veces. ¡Y qué bueno que lo hicimos! Ya luego empezó a gatear y caminar y la historia cambió. Amaba su libertad y nuestros brazos quedaron en el pasado. Nosotros sufrimos cuando llegó ese momento pero nos sentimos felices y satisfechos por lo que hicimos.
¿Por qué los bebés se calman cuando están los brazos de mamá?
Un estudio publicado en Current Biology reveló la razón detrás del poder de los brazos de mamá. Algunos de los resultados del estudio confirmaron que el bebé siente o prefiere esto:
1. Se reduce al actividad del sistema nervioso y la de motor.
2. La frecuencia cardíaca disminuye por lo que el bebé se tranquiliza.
3. Los bebés prefieren el calor de los brazos y el movimiento. O sea, que la mamá esté caminando.
Yo le añado estos beneficios:
4. Le ofrece tranquilidad y seguridad.
5. Es una oportunidad íntima para mirarlo a los ojos y decirles “aquí estoy”.
6. Mamá y bebé se conectan. Ambos sienten paz al sentirse tan pegaditos.
7. Los hijos comienzan a entender que las madres siempre estaremos ahí para arrullarlos. No importa la edad que tengan.
¿Está mal cargar al bebé en brazos? ¡Claro que NO! Hazlo cuanto quieras o cuanto puedas.
¿Se va a engreír? Si te refieres a que se encariña contigo, sí, pero el acto de cargar a tu bebé está muy lejos de malcriarlo o llenarlo de soberbia.
¿Qué hago si luego no quiere que lo cargue otra persona o simplemente quiere que lo tenga en brazos todo el tiempo? Si ves que luego hay mucha resistencia, encuentra la forma de que caminar, llevarlo en una carriola o que otra persona lo cargue también sea agradable para él. A veces pensamos que el problema son ellos (o nuestros brazos) y no nos detenemos a buscar soluciones efectivas.
Y a ti, ¿te gusta cargar a tu bebé o te abruma que quiera estar todo el tiempo en brazos?
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