Vistas a la página totales

miércoles, 22 de marzo de 2017

Más de 10 razones por las que NO gritar a los niños



Más de 10 razones por las que NO gritar a los niños






Todo el mundo ha perdido el control alguna vez. Nos enfadamos, nos gritamos, perdemos el control... pero GRITAR por sistema, No debe ser opción.



Fuente: Pixabay.com


Todo el mundo ha perdido el control alguna vez. Nos enfadamos, nos gritamos, perdemos el control... Nadie está ajeno a esta situación. Pero las cosas cambian cuando estos enfados pasan delante o con un niño. Gritar a los niños una vez, o dos, no es malo. Es evitable, pero no demasiado perjudicial. El problema viene cuando tomamos por costumbre la manía de gritar a los niños cuando estos no hacen o no se comportan como nosotros queremos o creemos que deben comportarse.




Alzar la voz a un niño no es solo un acto intimidatorio, sino que además reclama algo, como cuando algunos animales rugen. Por eso hay que tener en cuenta las consecuencias de un grito.

Aquí van más de 10 razones por las que no gritar a los niños:

1. Daña la autoestima del niño.

2. Un grito puede dejar una huella psicológica muy grande en un niño. Puede marcarle de por vida.

3. Puede general problemas de conducta.

4. El niño se siente intimidado y puede comenzar a contar mentiras.

5. Su rendimiento escolar puede verse afectado.

6. El niño puede volverse mucho más agresivo y generar peleas en el colegio.

7. Los gritos generan síntomas de tristeza y depresión en los más pequeños.



Fuente: Pixabay.com


8. El estrés y los nervios comenzarán a formar parte de la vida cotidiana del niño.

9. Los niños pueden perder confianza con los padres, ya que un grito es una pérdida de control en un adulto. Por eso es mejor controlar la ira y no 'explotar' delante de un niño.

10. Los gritos continuos que entran dentro de una rutina de un niño generan un ambiente cargado y enfermizo, les vuelve mucho más sensibles.

11. Si no les gritamos nuestros hijos tendrán más confianza con nosotros y en el futuro podrán acudir a nosotros sin ningún tipo de temor.

12. Lo más importante es que pueden reproducir ese tipo de conductas con otros niños e incluso con los adultos. En un futuro reproducirán la misma conducta con sus hijos.



En resumen, los gritos generan un clima hostil en el que el niño está creciendo y formándose como persona. Si toman como ejemplo una personalidad centrada en la ira y el descontrol puede que en un futuro no sepan comportarse de otra manera, sin hablar de las consecuencias inmediatas que tiene en su comportamiento. ¡Educa sin gritos!

2 comentarios:

Gracias por dejar tu comentario