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sábado, 8 de abril de 2017

Dile siempre que sí puede



 

Dile siempre que sí puede


¿Te has preguntado si le estás transmitiendo a tu hijo tu actitud derrotista? Detéctalo cuanto antes.






¿Cómo que “no puedo”? ¡Aléjalo del derrotismo!

Los niños imitan todo lo que ven y su primer ejemplo eres tú, así que dile siempre que sí puede ¿te has preguntado si le estás transmitiendo a tu hijo tu actitud derrotista? Detéctalo cuanto antes.

La vida en sociedad nos expone a encontrar situaciones que nos hacen daño como la agresión, el rechazo o la humillación. Por lo regular buscamos protegernos del dolor y para eso elegimos conductas y adoptamos actitudes que creemos nos ayudarán a enfrentar las emociones que surgen de estas experiencias. De este modo comenzamos a vivir en una “casa de cristal” auto-impuesta por el temor de exponernos a un daño futuro y nos aislamos de un mundo que cada vez parece más amenazante.



Al inicio, estas conductas nos dan una sensación de seguridad y equilibrio que únicamente es un engaño, pues no se ha resuelto el problema ni alivia el dolor; lo que hacen es complicarlo y enmascarar nuestro sentir. A final empeoran las cosas, pues nos obligan a enfrentar las consecuencias que hemos estado intentando evitar. Pero el resultado suele ser el mismo: caemos en conductas derrotistas. Éstas incluyen:

Actitudes de crítica excesiva o de víctima y de hostilidad hacia los demás.

Culpar a los demás.

Adoptar una postura defensiva ante la vida.

Postergar las cosas hasta el último momento.

Conductas autodestructivas y de aislamiento.

Perfeccionismo y tendencia a exagerar.

Proyección.

Volverse excesivamente desconfiado.

Compararse con los demás

Aferrarse a sentimientos negativos por situaciones del pasado.

Esto tiene consecuencias negativas sobre nuestra vida útil, en general podríamos decir que nos mantienen atorados en el pasado y nos impiden disfrutar el presente.

 El primer paso para superar el derrotismo es intentar hacernos cargo de nuestra vida y dejarles a los otros la responsabilidad de la suya.

¿Le heredas tus actitudes?

Infancia es destino y en ese sentido, todos somos un reflejo de las situaciones que vivimos al interior de nuestra familia cuando éramos niños, motivo por el que imitamos las conductas y actitudes que vemos en nuestros padres. ¿Qué podemos hacer para ayudarles a romper el círculo vicioso del derrotismo, evitando que caigan en este tipo de comportamientos y actitudes?

Cuando tu hijo se comporta de una manera inapropiada, ayúdale a identificar qué está en el origen de su conducta y a descubrir cuál hubiera sido una alternativa mejor

Si está molesto contigo (y tiene razón), ofrece una disculpa y encuentra una mejor alternativa la próxima vez.

Muéstrale un genuino interés por sus aficiones, actividades y problemas.

Permítele expresar sus preocupaciones, temores y frustraciones, aún cuando éstos te involucren; invítalo a encontrar soluciones.

Confía en su capacidad de resolver sus problemas; transmítele esa seguridad. Más que darles consejos, ayúdale a encontrar sus propias soluciones, enséñale a ser un niño independiente.


8 pasos para eliminarlo

Hazle saber que valoras todos sus logros.

Ayúdalo a desarrollar sus habilidades y destrezas.

Demuéstrale que crees en él y en sus capacidades, jamás los compares o minimicen.

No lo sobre protéjase.

Crea un fuerte lazo familiar en el hogar para que tu hijo desarrolle una imagen positiva de sí mismo y de su familia.

Recuérdale que cuando las cosas no son fáciles, tú estás ahí para apoyarlo y que puede pedir ayuda.

No permitas que utilice sus limitaciones como excusas para el fracaso.

Fortalece su autoestima. Esto no significa que le repitas a cada segundo lo maravilloso que es, se trata de que contribuyas a que cree una imagen positiva y sana de sí mismo. Que acepte sus equivocaciones y sea capaz de intentar solucionarlas solo.


Fuente: NANCY STEINBERG

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